Lambretta LI 150 S3 ` 1966: El Reto!!

Hola a todos, amigos...

Vuelvo de nuevo por aquí para escribir sobre un entretenimiento que me ha mantenido ocupado durante un par de meses: la restauración original de una Lambretta del año 66 que adquirí antes del verano!!

Llevaba años buscando el reto de afrontar una restauración a fondo de un vehículo histórico. Me hubiera gustado que fuera un coche de más de 50 años, pero la escasez de espacio en mi garaje, me obligaba a elegir un vehículo más pequeño. Porqué elegí una Lambretta?? Tenía claro que quería un scooter, que además de resultar mas carismático que cualquier otro tipo de moto, es el vehículo que tuvo mi padre de joven cuando salía con mi madre, de modo que me puse a la búsqueda.

Un buen amigo (gracias Richard), me encontró una muy interesante opción en Huelva, de modo que tras una ardua negociación, hice el viaje a por ella. Me encontré con una moto de casi 50 años, con buen aspecto exterior, aunque llevaba parada 8 años. Había sido aceptablemente repintada, pero mas tarde me di cuenta que no se había desmontado para hacerlo, con lo que el trabajo que tuve para quitar pintura roja de gomas, tornillos, embellecedores e incluso neumáticos fue terrible.

Nada más llegar a mi garaje, me puse manos a la obra para arrancarla. No tuve demasiados problemas y, tras una limpieza de carburador y de depósito, y un pequeño reajuste del embrague que estaba pegado, conseguí que funcionara.

En este momento, pospuse como plazo para comenzar el desmontaje a después del verano, pues eso me daba la oportunidad de llevarnos de vacaciones en el garaje de la autocaravana la Lambretta, junto con la Vespa de Maribel, así que pasamos un gran verano disfrutando las motos en familia...

Llegó, pues, el día 10 de septiembre y en una tarde, desmonté la moto entera!! 

Tengo en torno a 150 fotos del proceso de desmontaje, así como anotaciones de las instalaciones eléctricas y algún que otro vídeo aclaratorio, pero no voy a abusar de vuestro tiempo poniendo muchas aquí... Básicamente, deciros que realmente eso no fue complicado, sino entretenido e incluso divertido. Sinceramente, tenía dudas de conseguir volver a poner cada cosa en su sitio, pero ya veremos más adelante cómo se me dio. Especial atención requirió la suspensión delantera, que sin el útil adecuado me resultó un poco complicado desmontarlo todo y más aún volverlo a montar luego...

Una vez desmontada pieza a pieza, tomé la (equivocada) decisión de llevar todo a eliminar la pintura mediante chorro de arena. No fue una buena decisión, como pude comprobar más tarde, porque ninguna pieza tenía óxido ni corrosión y el chorreado me dejó bastante marcadas las piezas de aluminio (tambores, nariz, manillar, etc...). Creo firmemente que, con un lijado adecuado sin necesidad de dejar las piezas en vivo, el resultado de pintura habría sido incluso mejor de lo que finalmente fue, pero así es como se aprende...

Ya con la chapa en vivo, me puse a reparar con masilla los numerosos golpecitos y bollos que había en casi todas las piezas, sobre todo en los cófanos y en el escudo. Gracias a la inestimable ayuda y asesoramiento de mi amigo David Corros, le di posteriormente a las piezas una buena capa de imprimación para recibir la pintura.

En ésta última foto, las piezas están imprimadas a la espera de la pintura (en tres tonos, que es lo que había disponible... No obstante, no es importante el tono de aparejo para luego la pintura).

De nuevo David, me asesoró con la pintura, y terminé pidiendo un código RAL 1015 como una base en crema para las piezas principales, y un BS 226 verde para algunas otras piezas determinadas (el objetivo era la terminación bicolor, tan utilizada en los modelos de Lambretta de los años 60).

El acabado de pintura que conseguí, teniendo en cuenta que no tengo mucha experiencia pintando a pistola y nula experiencia en pintura de coche/moto, fue bastante aceptable.

Las fotos y anotaciones que hice, fueron de gran ayuda en todas las fases del montaje y todo fue avanzando razonablemente rápido...

A priori, tenía claro que tendría que sustituir algunas piezas, pero según iba montando, terminé obligado a comprar las siguientes: tubo de escape completo, anagramas del escudo, asientos, neumáticos de banda blanca con las cámaras, todo el kit de cables y camisas, goma del filtro del aire al carburador, soporte de rueda de repuesto con funda, soporte en el escudo para bolsas de la compra, tambor de freno delantero, faldilla trasera, casquillo de soporte del motor, goma del piloto trasero y algunos tornillos y tuercas. Contra todo pronóstico, mantuve el sistema eléctrico original que seguía funcionando perfectamente, aunque lo tuve que encintar entero para eliminar el odioso color rojo...

Así que 7 semanas después de comenzar la restauración (de las cuales 5 estuve parado esperando que me llegara el tubo de escape y el resto de repuestos de  cierta importancia), di por terminado el proceso con el siguiente resultado:

Estoy muy contento con el resultado. Es una delicia pasearse con esta preciosidad, que arranca a la primera y funciona todo de maravilla. Además, al tener esa edad, el seguro obligatorio a terceros me cuesta 38 euros al año, está exenta del impuesto municipal y con 7 euros de gasolina me tiro un mes moviéndome por el pueblo...

El presupuesto de la restauración ha estado sobre los 500 euros, contando pintura y repuestos, y creo que viendo el antes y el después, además de lo gratificante que ha sido el proceso para mí, al final ha merecido la pena!!

Con el tiempo, tengo intención de cambiarle algunos embellecedores, como los del escudo, y las guías traseras, pero eso ya no es imprescindible, así que ya tengo terminada mi Lambretta, que espero que os haya gustado.

Si alguno tiene interés de ver alguna foto más, que me lo diga y le paso el enlace al álbum de picasa donde las tengo todas.

Un fuerte abrazo y HASTA LA PRÓXIMA!!!

Daniel M.